Todos los dentistas venimos observando como la crisis está teniendo un efecto muy negativo sobre la salud bucal de la población. La explicación a este fenómeno se puede encontrar en varias maneras:
- El estrés está demostrado que se relaciona con mayor riesgo de padecer periodontitis y caries dental.
- También favorece el apretamiento /rechinamiento dentario o bruxismo que deteriora los dientes, el periodonto y las articulaciones de la mandíbula.
- Las personas están asistiendo al dentista con menor frecuencia y para solucionar problemas acuciantes, no para prevenir.
- Una cierta tendencia a descuidar la higiene diaria como consecuencia de las preocupaciones.
La mejor manera de hacer frente a esta situación es visitar al dentista, pedir que nos valore la situación bucal y con franqueza pedirle una escala de prioridades adaptada a nuestras posibilidades personales, pero nunca abandonar el cuidado bucal, pues el crecimiento de la complejidad de tratamientos y como consecuencia, de los costes, crece de forma exponencial.