El diagnóstico de enfermedades a través del estudio de la saliva no se limita únicamente a patologías la cavidad oral. También es posible diagnosticar enfermedades cardiovasculares, metabólicas, o incluso el cáncer. Esto significa que el dentista puede contribuir de forma activa al diagnóstico de enfermedades sistémicas, mediante el empleo del diagnóstico salivar.
El diagnóstico de la diabetes mediante el sangrado gingival o el diagnóstico salivar está cerca de ser una realidad clínica. Esto aportará información fundamental al médico que está intentando obtener un control glicémico estable en el paciente diabético.
Cuando diagnosticamos gingivitis a un paciente diabético, el diagnóstico salivar nos permitirá actuar antes de que la gingivitis evolucione a periodontitis.
No falta mucho para que estas tecnologías se puedan aplicar en el día a día, y cabe destacar que los primeros beneficiados serán nuestros pacientes.